martes, 4 de marzo de 2008

Mirando hacia atrás

¿Cómo mirar hacia atrás sin perder nuestra linea de conducción? En distintas situaciones de tránsito debemos hacerlo, principalmente cuando iniciamos una maniobra de cambio de pista o virajes. Debemos ser capaces de saber que sucede a nuestras espaldas aplicando en equipo, el trabajo de nuestro oído y nuestra visión.
Un ciclista experimentado y precavido está en constante atención del entorno. Tiene una idea clara de lo que sucede alrededor. Sabe de quienes va acompañado en la ruta y percibe las maniobras que los demás conductores pueden hacer.
Al pedalear vamos mirando hacia adelante, por lo que sabemos que nos espera en nuestro camino. Pero muchas veces debemos saber que es lo que sucede a nuestras espaldas, especialmente cuando iniciamos maniobras de cambio de pista o virajes. En ese momento es cuando nos vemos obligados a mirar hacia atrás. La vista es uno de los sentidos a través del cual podemos obtener la mayor información de nuestro entorno y es importante que trabaje en equipo con el oído.
Oír
Si ponemos atención, con el oído podemos sentir los motores de los vehículos que se nos aproximan por la espalda y escuchar que es lo que sucede atrás. Corresponde al primer paso que debemos dar antes de girar la cabeza. Hacerlo sin haber puesto el oído atento, no es una buena decisión.
Recuerda que no sólo motorizados circulan en las calles. Los ciclistas somos silenciosos y cada día somos más. La ausencia de ruido de motores no significa en ningún caso, ausencia de conductores. Si vas a delantar a un ciclista, recuerda tocar tu campanilla o silbar.
Mirar
Si percibimos con el oído, que no hay vehículos en las cercanías, es posible comenzar el movimiento de la cabeza para mirar. Para poder ejecutarlo correctamente, sin desviarnos, hay que procurar mantener la línea de los hombros derecha, lo que hará que todo tu torso quede apuntando perfectamente hacia adelante. Eso mantendrá tus brazos derechos, no girarás el manubrio y mantendras la bici recta.
El movimiento debe ser rápido y suave. Obtén la mayor información en el menor tiempo posible y antes de efectuarlo, debes fijarte muy bien que tengas el camino despejado.
El acto de mirar está dividido en dos etapas. La primera consiste en el uso de la visión periférica, el movimiento de la cabeza es parcíal y sacamos partido a lo que comúnmente se le denomina “mirar con el rabillo del ojo”. Utilizando la visión periférica no vamos a obtener detalles, si no que a prestar atención al contraste y velocidad. Sabremos si hay vehículos en nuestro radio mas cercano, obtendremos información acerca de la dirección, velocidad, tamaño y ubicación.
La segunda etapa, comienza una vez que en la primera etapa de visión, mas somera, confirmamos que no hay conductores en un radio cercano. Ahí es cuando podemos ver en detalle el entorno y saber que sucede en un radio mas amplio.
Toda la maniobra toma un máximo de dos segundos.
Pasos a seguir
Fijarte que tengas el camino despejado, sin conductores, peatones, hoyos, etc. en tu camino.
Antes de girar la cabeza, utiliza el oído para percibir tu entorno (se lo más jedi que puedas, siente…)
Al girar la cabeza recuerda tener el torso apuntando perfectamente hacia adelante
Si con el oído no detectaste cercanía de conductores, pasa a la visión periférica, girando parcialmente la cabeza
Si necesitas obtener información detallada para efectuar tu maniobra, mira en detalle el entorno. Gira la cabeza hasta puedas mirar con claridad.
La maniobra debe ser rápida y suave.
Este tipo de habilidades se van adquiriendo con la experiencia. Lo expresado aquí no es una receta infalible para mirar hacia atrás, pero si entrega elementos que te ayudarán a perfeccionar este movimiento, para obtener el máximo de información, sin desviar el camino.
¿Espejos retrovisores?
El sentido que mayor información nos entrega es la vista y un espejo retrovisor entrega información parcial, distorsionada y de mala calidad. Por lo general, para confirmar, igual debes mirar hacia atrás.
Esa falta de calidad en la entrega de información visual, no justifica montar en el casco o en la bicicleta, un elemento extra, que puede resultar nefasto en caso de una caída.
Por Ciclismo Urbano

lunes, 3 de marzo de 2008

La bici en femenino

1m 60 cm, 51 kg de peso, conducción tranquila, sin tiempo para entrenar, montañas alrededor, y un cuarto piso sin ascensor ¿qué bici me compro? Lo de montar una bicicleta a medida es como lo de ¿cual es la mejor bicicleta? Según y para que. Las características con las que abrimos el articulo son las de mi mujer, y ahora os cuento algunos trucos y recetas importantes para que ella pueda montar en bici de vez en cuando y disfrutar siempre. Aunque parezca que no, todas las características arriba citadas tienen importancia a la hora de elegir una bicicleta, aunque para algunos parezca que no. Vamos a verlas. La idea no es que todos os montéis una bicicleta como la de Ana, sino que seáis capaces de ver que cada situación personal requiere una bicicleta ideal, que en muchas ocasiones no es difícil de conseguir.
Requerimientos mínimos
La característica que más os habrá asombrado a todos será posiblemente la del "cuarto piso sin ascensor". Esto significa que la bicicleta ha de ser lo más ligera posible, ya que al acabar cualquier salida luego hay que subirla a casa, y los kilos se notan. Claro, sin que eso afecte a otros parámetros, como economía familiar, comodidad sobre la bici, robustez, etc. El peso total de la bici completa, con horquilla telescópica, pedales automáticos, acoples, portabidón y bolsa de herramientas con cámaras, es de 11,400 kg, lo cual no está nada mal. Se podría hacer mejor, pero nos costaría una "pasta", y eso significa trabajar mas, y lo cual, a su vez, significa menos tiempo para montar... ¿Como lo conseguimos? Por ejemplo, con un montaje cuidadoso de las ruedas: cubiertas ligeras (Hutchinson Rock-X-Air, Michelín Savane, Ritchey Z-Max 1,7... actualmente existen modelos más ligeros todavía) con cámaras ligeras (de menos de 140 g, varias marcas), montados en llantas de 400 g (Mavic 230/231, Ritchey 395,...), radios conificados 1,8/1,5... Entre sus ruedas y las mías, completas, hay ya una diferencia de casi un kilo (bueno, ya no...), pero si yo empleo las suyas, no me durarían tanto, pues peso mucho más (80 kg) y soy algo más bestia montando...
En este caso se puede emplear material ligero y barato (algo no recomendable en otros casos, por su mayor fragilidad) en componentes como manillares, tijas de sillín, potencias... ya que la nuestra ciclista no es pesada ni salvaje en su conducción.
Elegir el cuadro no fue tarea fácil: necesitábamos uno que fuera más bien ligero, tirando a corto de tubo superior (a igual medida de entrepierna las mujeres tiene el torso y los brazos más cortos, o otra forma, a igual talla, las mujeres tienen, en general, piernas mas largas que los hombres), que estuviera bien de precio. Aunque ahora hay más (algunas marcas ya hacen modelos de cuadro "femeninos" con la medida horizontal más corta que la de sus homólogos masculinos), en aquel momento vimos un cuadro de aluminio, "de marca", que disponía de modelos "cortos". Con 1,800 kg (en talla 16) entraba dentro de nuestros cálculos. Al montar la horquilla de suspensión, de las más ligeras y suaves de funcionamiento, variaban algo los ángulos de sillín, y para compensar montamos una tija de sillín "neutra", más ligera y sin retraso, con lo cual la posición sobre los pedales seguía siendo la adecuada, y la estética no variaba (si montas una tija "retrasada" con el sillín adelantado queda más bien feo...).
Comodidad: a primera vista el sillín es lo más característico: el Avocet O2 (muy bueno, muy caro y muy difícil de encontrar en las tiendas) que monta es ligero y cómodo, al ser estrecho por delante y ancho por detrás. Pero hay más variedad de modelos de sillín para mujer, el problema es encontrarlos...(actualmente ya no tanto). Un truco muy útil es bajar ligeramente la punta del sillín, en lugar de montarlo totalmente horizontal. De esta manera, al sujetar el manillar y echar el peso hacia adelante no se carga tanto el peso sobre las partes "sensibles". Esa es la razón de los sillines con vaciado "anatómico" (que actualmente causan furor entre los hombres...).
Mucho más barato es "adecentar el puesto de mandos": estrechando el manillar hasta 52 cm, con lo cual no tienen que abrir los brazos tanto como con los 56 originales lo cual a su vez hace el efecto de acercar el manillar ligeramente. Además es cuestión de buscar, existen tijas de manillar cortas 90 mm o menos que les acercan el manillar aun más. Un detalle muy importante: acercar las manetas de freno al manillar, para que pueda accionarlas con la segunda falange de los dedos: la mayoría de los modelos de maneta disponen de un tornillo de ajuste para hacerlo. Ayuda también el montaje de unos puños de poco diámetro: por un lado al ser su mano más pequeña coge mejor el manillar, y por otro, hace que la palanca, pese estar más cerca del manillar, tenga "un pelo" más de recorrido, lo cual permite alejar algo las zapatas...
Un ultimo truco: si aun y todo el manillar le queda lejos, podéis montar uno con mayor ángulo: las manos le quedarán más cerca. No soy, en cambio, partidario de los manillares de doble altura: si bien es cierto que permiten acercar el manillar hacia atras, son demasiado anchos y no permiten montar los mandos, especialmente los Rapid Fire con visor, lo suficientemente juntos para no tener que abrir demasiado los brazos.
Frenos: la bici de mi mujer lleva cantilever, de palanca larga, pero cantilever. Le podía haber montado unos V, pero, una vez, simplemente le puse unas palancas con más desmultiplicación y casi sale volando. ¡La bronca que me cayó! Ella no va a toda pastilla, solamente quiere unos frenos que la permitan no alcanzar demasiada velocidad. Por eso unos frenos demasiado potentes no le gustan. Hay que tener en cuenta que, actualmente, tampoco monta con regularidad, con lo cual no "tiene tiempo" para adaptarse a unos frenos mejores, sobre todo porque le basta con los que tiene. Otro truco: si a todo el mundo se le recomienda montar las zapatas con la parte corta por delante, para que frene más y tenga mejor tacto, a mi mujer se las puse al revés, o sea, como suelen venir de serie en los frenos, para que no frenen tanto.
Desarrollos: si yo utilizo el 24x32 (actualmente el 22x34) muy a menudo, y ella tiene que subir por ahí, necesita una o dos marchas más cortas. Con las bielas actuales "compact" (las que ella lleva ahora) se puede montar un plato pequeño de 20 dientes, o, como lo llevaba antes, mediante un adaptador Avid (que ahora llevo en la mía), que permitía montar platos de 20 ó 22 dientes en bielas "normales" de las de entonces (de diámetro de fijación 110/74 mm). Con el mediano de 32 y el grande de 44, unido a un cassette 12-32 dispone de una gama de desarrollos suficiente para subir más o menos fácil y bajar-llanear bien.
Suspensión: lo principal es ajustarla para que funcione siempre. Eso exige que sea de elastómeros, ya que en impactos a poca velocidad reaccionan muy bien (obviamente, es notorio que actualmente existen muy buenas horquillas sensibles y adaptables a gente de poco peso a base de muelle helicoidal o aire). Todos los elastómeros blandos, y uno de ellos recortado a la mitad (menor fuerza para iniciar la compresión), y ya tenemos una horquilla que absorbe lo que tiene que absorber. ¿Saltos y obstáculos grandes? Para Ana no existen: eso solamente es problema a alta velocidad. Este es, claramente, uno de los apartados en los que más se ha mejorado en el periodo de tiempo transcurrido desde que escribí este artículo. Las horquillas actuales son mucho más fáciles de ajustar, especialmente para los pesos ligeros, a diferencia de las antiguas, a las que se pedía que no "funcionaran demasiado".
Si los pedales son automáticos, hay que buscar un modelo que sea fácil de enganchar y sobre todo, de soltar. Para eso los antiguos Shimano M735, con la puntera y el talón móviles, son ideales. Entre que ella tiene menos fuerza, y además es menor el brazo de palanca utilizado (la zapatilla: un 36 frente a un 43) para desenganchar. Si además las calas son de un modelo fácil de soltar (en Shimano la "plata" SH-55) mejor. Otro tanto ocurre con los Time Atac, ya que la casa dispone de un modelo de cala en opción que requiere de menos fuerza para sacarla, además de que puede salir en diferentes posiciones. En este aspecto confieso que no estoy al día sobre cual es pedal más fácil de soltar.
Muy importante es la suavidad de los mandos de freno y cambio, para que el ciclista no se canse en las bajadas o en los tramos en los que hay que cambiar mucho. Por ejemplo, son mejores los GripShift antiguos con muelle de plástico, que van mucho más suaves que sus correspondientes modernos, y los mandos Shimano actuales dan vueltas en este aspectos a sus antecesores.
Adaptar es acertar
Que quede bien claro: esta es la bici adecuada para un caso muy concreto, y no tiene porque serlo ni para todas las mujeres, ni para todas las personas de 1,60 m, o las de 50 kg, o las que viven en un 4º sin ascensor... El truco está en adaptar la bici a las necesidades personales.
Por último: si quieres que monte, la mejor bici tiene que ser para ella... No quieras que, teniendo tu la "bici de tus sueños", ella te acompañe con un "hierro".