Dice el viejo refran “El que no oye consejo no llega a viejo”
sigue estos sencillo consejos y circula con mas seguridad
Circula por el centro de tu carril, y haste respetar.
Si eres automovilista sabrás que una bicicleta que ocupa todo el carril te obliga a frenar, y esperar el momento oportuno para cambiar de carril y hacer el rebase correcto. En cambio, una bicicleta arrimada hacia la derecha despierta la tentación de adelantarla, tanto si se puede dejar una distancia prudencial como no.
Y si quedas entre un coche y la acera, cualquier imprevisto puede ser fatal.
Un accidente frecuente es cuando un coche estacionado abra las puertas sin mirar. Esto se debe evitar circulando por el centro del carril.
Circula a la velocidad adecuada.
Aunque a veces sea incómodo, en la medida de lo posible tienes que adaptar tu velocidad a la de la calle donde circulas. La solución está en escoger calles tranquilas.
Haste ver por la noche.
Como decía un mensaje en típico humor inglés: "Be bright, be seen. Don't be a has been", que significa, más o menos: Se luminoso, se visible, no seas un "fué". La luz de la dinamo tiene la ventaja de ser potente y siempre está disponible. Pero detrás es conveniente un reflectante, y una luz roja intermitente, a pilas, que no se apague cuando pares en los semáforos.
Respeta las normas de circulación.
Esto es evidente. Si no te las sabes, deberías pedir que te las enseñen antes de salir. De todos modos, en algunos casos conviene "adaptarlas". Por ejemplo, en los semáforos, es mejor parar unos metros más allá de la línea, y así, cuando arranquen los coches, no tragaremos el humo, y tendremos unos metros de ventaja.
Asegura bién tu bici.
Aunque tu barrio sea tranquilo, y tus vecinos unas bellísimas personas, siempre hay "amigos de lo ajeno". Lo mínimo es usar un candado de cable o un buen candado en forma de "U" rígida, o mejor, los dos tipos a la vez (en este caso, el ladrón tiene que ser un auténtico manitas). Las cadenas de cable delgado se abren con un mordisco, o sea, que a lo más sirven para asegurar una rueda o el sillín. Las bicicletas viejas y despintadas no se salvan de esta recomendación. Hay que atar el cuadro y las dos ruedas, cosa que muchas veces no se hace bien.
Silba o canta.
Pero deja la música en casa. Los audifonos de tu walkman no te permiten escuchar bien y poner la debida atención al tráfico que se encuentra a tu espalda y puedes distraerte fácilmente y tener un accidente.
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